Economista Epifanio Baca sostiene que del desempeño del sector público dependerá la reactivación de la economía. El problema es la poca capacidad de gasto, ya que solo les quedaría 7 meses.
Cuando acabe la batalla contra el COVID-19, empezará la pelea para revertir la recesión económica. Se vienen tiempos difíciles: se redujo al mínimo la inversión, se afectó el consumo e inevitablemente habrá más desempleo. La capacidad de las autoridades y funcionarios para invertir el dinero estatal acumulado en sus cuentas será prioritaria para superar la crisis.
La inversión pública ahora está paralizada. Más de S/ 25 mil millones tienen en conjunto los gobiernos regionales y municipales del sur, y las oficinas descentralizadas del Ejecutivo nacional. Una vez que concluya la cuarentena, tendrán siete meses para ejecutar obras y generar puestos de trabajo.
El dinero está guardado y las obras paralizadas. La cosa seguirá así mientras dure la emergencia. El factor COVID-19 frenó el gasto estatal. El promedio de ejecución en los gobiernos regionales es de 19%, mientras que las comunas provinciales y distritales apenas gastaron cerca de 15% de su presupuesto.
Un ejemplo. En Cusco el gasto global es del 17%. El Gore Cusco gastó el 19% y las municipalidades el 14.6%. Con obras paradas, los obreros eventuales no tienen ingresos económicos: cerca de 30 mil hombres. Cifras similares en las regiones del sur.
El coordinador del Grupo Propuesta Ciudadana, Epifanio Baca, sostiene que del desempeño del sector público dependerá la reactivación de la economía. No obstante, la lentitud de los procesos y la poca capacidad de gasto serán dos grandes obstáculos. Baca recordó, por ejemplo, que la reconstrucción del Norte apenas está a medio camino después de dos años del fenómeno de El Niño. “Debe haber un impulso fiscal fuerte, más inversión pública en grandes, medianos y pequeños proyectos. Sin embargo, conocidas las limitadas capacidades del Estado, se complicará el gasto”.
Reactivar obras
¿Cómo podría agilizarse las inversiones? El economista Pablo Villa sugirió que los gobiernos locales y regionales impulsen proyectos que demanden una masiva mano de obra. “Eso generará recursos económicos para las familias y estas a su vez aumentarán la demanda de bienes y servicios, que podría encadenar a otros sectores”.
“La inversión del Estado no puede parar, sobre todo en la construcción, este es uno de los factores que se encarga de dinamizar la economía”, coincide Alaín Alanoca, exconsejero regional del Cusco. Para eso las autoridades deben reforzar sus equipos técnicos.
En el sur hay una gran cantidad de obras millonarias trabadas. En Arequipa, Majes Siguas II de más de US$ 550 millones; en Cusco el hospital Antonio Lorena que cuesta más de S/ 230 millones. Reactivar esos megaproyectos creará empleo y ayudará a superar la recesión.
Villa observa con acierto que se debe “aprovechar (el dinero) para mejorar el sector salud, con inversión en la mejora sustancial de sus establecimientos, capacitación y de la situación de los servidores del sector”.
Majes II, vital para reactivar la economía
El Gobierno Regional de Arequipa requerirá una serie de inversiones públicas y privadas para reactivar la economía. Será vital destrabar Majes Siguas II, que cuesta más de US$ 550 millones.
El proyecto está parado desde que la contratista Cobra propuso modificar el sistema de riego, que representa otros 104 millones de dólares. El gerente de Promoción de Inversión Privada, Augusto Palaco, señaló que la Región retomará las obras de Majes II. También quieren viabilizar otros proyectos.