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La Comisión de Constitución del Congreso aprobó un dictamen sobre el proceso electoral regional y local que, en los hechos, constituye una abierta contrarreforma, usando su mayoría parlamentaria para afectar el Estado de Derecho.
- Con este dictamen los partidos que lo respaldan buscan deshacerse de la obligación de realizar elecciones primarias y abiertas a toda la ciudadanía, en las que se elijan los candidatos y candidatas para las elecciones regionales y locales. Su aprobación afectaría severamente la posibilidad de resolver la crisis de representatividad de los partidos manteniendo la distancia a sus decisiones de la ciudadanía. La propuesta opta por la continuidad de los viejos mecanismos de designación manteniendo todo el poder en las cúpulas partidarias.
- El argumento tramposo empleado es el riesgo de propagación de la covid-19 que supondrían las primarias. Desconocen y callan sobre dos hechos significativos: i) las primarias se realizarán el próximo año, cuando la mayoría de la población estará vacunada; ii) no existe ninguna evidencia de que las elecciones generales de abril y junio pasados incrementaron el nivel de contagio. Se trata entonces de un pretexto para esconder que sacrifican la institucionalidad democrática por los intereses de los pequeños grupos que controlan los frágiles aparatos partidarios.
- La contrarreforma va más allá. Pretende eliminar los cambios orientados a disminuir la fragmentación política y reducir los espacios para los denominados vientres de alquiler nacionales y regionales. El dictamen suprime, además, los requisitos para demostrar una presencia efectiva de los partidos políticos en el territorio nacional y que cuentan con un mínimo respaldo ciudadano. Se evidencia así que la reforma del sistema político y electoral, ampliamente demandada por la población, difícilmente transitará por una clase política que se beneficia de la continuidad de un sistema de partidos débil y fragmentado.
- Llamamos a la reflexión a los congresistas para que no bloqueen una vez más reformas necesarias, que se sustentaron en un amplio debate y en la construcción de consensos. Invocamos a las diversas organizaciones e instituciones a pronunciarse y rechazar este retroceso antidemocrático. La reforma y el fortalecimiento democrático son demasiado importantes para dejarlas en manos de las precarias organizaciones políticas existentes en nuestro país, los cuales evidentemente actúan pensando solamente en su propio beneficio. Los hacemos responsables de un mayor debilitamiento de la gobernabilidad ya en crisis.
Lima, 16 de setiembre del 2021.