Finalmente la campaña electoral se ha iniciado. 24 planchas presidenciales han logrado su inscripción y se espera que cada una de ellas complete sus listas congresales antes del 8 de febrero. Aunque es evidente que se trata de un número excesivo de candidaturas, esto no sorprende porque expresa la profunda fragmentación política que sufre el país. Aunque la valla electoral mínima (4%) no ha resuelto el tema, castigará la fragmentación. De acuerdo a las principales encuestas, sin embargo, parecen ser cuatro las candidaturas que tienen la posibilidad de aspirar a llegar a la segunda vuelta electoral: Lourdes Flores, Ollanta Humala, Alan García y Valentín Paniagua son los únicos candidatos que tienen más de un dígito de aceptación electoral y quienes aparecen encabezando el proceso.
La campaña, hasta ahora, se caracteriza por su fuerte carácter mediático y por la proliferación de acusaciones y denuncias entre y sobre las distintas listas en competencia. Las propuestas programáticas son mínimas y en general brillan por su ausencia. A la fecha, únicamente 10 organizaciones han cumplido con presentar sus propuestas de plan de gobierno: Unidad Nacional, Restauración Nacional, Reconstrucción Democrática, Frente de Centro, Alianza para el Progreso, Concertación Descentralista, Partido Socialista, Frente Amplio de Izquierda, Renacimiento Andino y Movimiento Descentralista Perú Ahora. Un aspecto a resaltar es que dos de las agrupaciones con intención de voto significativa –el Partido Aprista Peruano y el Partido Nacionalista Unión por el Perú- no han presentado su propuesta de gobierno hasta hoy.
Este hecho debe ser de preocupación especial para quienes estamos comprometidos y apostamos por la descentralización del país. El proceso iniciado durante el mandato actual, más allá de las limitaciones y vacíos, de las marchas y contramarchas que lo han caracterizado, es la única reforma llevada adelante por el Presidente Toledo y se encuentra golpeado tras el fracaso del proceso de integración de regiones. Es más, elementos centrales de éste como la participación ciudadana, la transferencia de funciones y competencias, la capacidad de gestión y la propia estructura de los gobiernos regionales y municipales, los contenidos y alcances de la descentralización fiscal, la propia integración de regiones y el enfoque mismo de todo el proceso, debieran ser materia de discusión y debate.
Las distintas agrupaciones políticas que buscan el voto ciudadano, están en la obligación de pronunciarse claramente sobre estos y otros puntos precisando su posición. El país tiene la necesidad y el derecho de conocer como piensan ratificar o rectificar un proceso ya en curso. Las peruanas y peruanos que creemos que la descentralización y la reforma del Estado son procesos de cambio indispensables que debe abordar el futuro gobierno, sea el que fuere, debemos saber cuál es el balance que tienen de los resultados y problemas de la descentralización en marcha, tanto como cuáles serán las orientaciones y medidas que llevarían adelante.
La agenda descentralista es clara –la orientación del proceso, participación y vigilancia ciudadana, carácter y competencias de los gobiernos regionales y municipales, la cuestión fiscal, transferencia de funciones y recursos e integración de regiones, la conducción del proceso- y debemos presionar todos, medios de comunicación y ciudadanos, para que la misma ocupe un espacio importante en la competencia electoral. Las elecciones regionales y municipales de noviembre son razón adicional para esta urgencia.
Autor:
Grupo Propuesta Ciudadana
Fecha de Publicación:
Mar, 24/01/2006