A fines de abril, se aprobó el Plan Anual de Transferencia de Competencias Sectoriales a los Gobiernos Regionales y Locales correspondiente al año 2006. Aunque con algunos días de retrazo, se cumple así con las disposiciones que hacen posible continuar con uno de los componentes fundamentales del proceso de descentralización.
Como es sabido, el proceso de transferencia requiere de la acreditación de capacidades de gestión por parte de los gobiernos regionales y locales para hacerse cargo de las competencias y funciones incluidas en el Plan. Para ello, los gobiernos regionales deberán suscribir convenios de cooperación con los sectores con el objeto de diseñar y comprometer los programas de capacitación y asistencia técnica que hagan posible adquirir y fortalecer las capacidades de gestión y, así, superar con éxito el proceso de acreditación. Tras el proceso de acreditación, la transferencia se hace efectiva desde el 1 de enero del año siguiente, en este caso desde enero del 2007.
El Plan Anual de Transferencia de Competencias Sectoriales 2006 incluye 31 nuevas funciones en Salud, Educación, Trabajo y Presidencia del Consejo de Ministros; además de 17 nuevas facultades del sector Energía y Minas. Según información del Consejo Nacional de Descentralización (CND), entre el 2004 y el 2006 se habrían transferido 122 funciones, lo que equivale al 66% de las 185 funciones sectoriales previstas en la Ley Orgánica de Gobiernos Regionales. Esta información no es exacta. Sucede que las 122 funciones a que alude el CND son aquellas incluidas en los planes anuales de transferencias, pero en tanto no todos los Gobiernos Regionales han logrado superar el proceso de acreditación, el número de funciones efectivamente transferidas es mucho menor. Cabe pues distinguir entre funciones incluidas en los planes y funciones efectivamente transferidas. Según el Informe anual 2005 sobre el proceso de descentralización, hecho público por el propio CND, siete gobiernos regionales acreditaron menos del 50% de las funciones incluidas en el 2004 y 2005; de éstos, dos han acreditado menos del 30% de funciones transferibles.
Llama la atención que, una vez más, los gobiernos locales no hayan sido considerados en el Plan Anual de Transferencia de Competencias Sectoriales, sino únicamente en lo que corresponde a programas y proyectos sociales. Ello pese a que, por ejemplo, el sector Educación propuso la transferencia de funciones a los gobiernos locales que, sin embargo, no han sido incluidas en el Plan Anual aprobado. Tal vez el único avance al respecto es la disposición contenida en el Plan para que durante el año 2006 los sectores Salud y Educación definan de forma concertada la transferencia de funciones a los gobiernos locales en el marco del Plan de Mediano Plazo 2006 – 2010.
Respecto de los programas sociales, el Plan 2006 dispone que, en el caso del PRONAA, se continúe con la transferencia de los programas de complementación alimentaria y se inicie el de los programas nutricionales a seis municipalidades provinciales. En lo que se refiere a PROVÍAS RURAL, continúa la transferencia iniciada en el plan 2005.
De otro lado, carecemos de una explicación sobre las razones que motivan la diferencia entre las funciones incluidas en el Plan de Transferencia Quinquenal 2006 -2010 y las incluidas en el Plan Anual 2006. En efecto, el Plan Quinquenal publicado en el mes de marzo previó para el año 2006 la transferencia de 41 funciones, 10 más que las aprobadas un mes después en el Plan Anual; las funciones que han quedado fuera corresponden a los sectores Agricultura, Producción, Transportes y Comunicaciones y Trabajo.
Este es un aspecto que requiere ser afrontado y resuelto si queremos un proceso de transferencia más ordenado y previsible. La legislación vigente establece que los Planes Quinquenales son el referente para la elaboración de los Planes Anuales, pero al parecer ese carácter “referencial” no ha sido correctamente interpretado, pues –aunque resulte curioso, por decirlo de alguna manera- los Planes Quinquenales son vueltos a hacer cada año, con lo cual las posibilidades de que los gobiernos regionales y locales se preparen para el proceso de transferencia en un horizonte de mediano plazo se ven seriamente restringidas. Lo que está sucediendo es que los Planes Quinquenales no marcan el rumbo de las transferencias y toda la atención se concentra en los Planes Anuales; así, los niveles de concertación intergubernamental que el proceso requiere se limitan al corto plazo y deben reiniciarse cada año.
El del 2006 es el último Plan de Transferencia en el presente gobierno; el inicio de un nuevo periodo gubernamental –nacional, regional y municipal- es una ocasión propicia para evaluar seriamente el estado del proceso de transferencia y, a partir de ello, adoptar las medidas necesarias para incrementar las capacidades y facultades de los gobiernos regionales y locales para brindar servicios de calidad en atención a las necesidades y derechos de la población.
Autor:
Grupo Propuesta Ciudadana
Fecha de Publicación:
Jue, 18/05/2006
