Hemos opinado en nuestro editorial anterior que, pese a los argumentos que se han venido esgrimiendo, las consultas ciudadanas sobre las propuestas de integración regional deben darse de todas maneras el 30 de octubre.
Sin embargo, se mantienen las voces que argumentan a favor de la postergación. Por ejemplo, un reciente Proyecto de Ley presentado por varios congresistas del Partido Aprista Peruano y el Congresista Luis Guerrero del Partido Perú Ahora sustenta que los referéndum deben realizarse junto con la segunda vuelta electoral presidencial del 2006 y que debe extenderse el plazo para la presentación de Expedientes Técnicos hasta el 30 de enero del 2006.
Los argumentos presentados: no hay recursos para materializar los incentivos fiscales para la integración, se debe dar más tiempo para informar a la ciudadanía, se necesita más tiempo para preparar propuestas de integración que recojan el criterio de transversalidad, es preferible ahorrar al erario nacional el costo del referéndum (aproximadamente 85 millones de soles).
El remedio puede ser peor que la enfermedad
Sobre el tema de los incentivos: Se dice que hay que postergar porque no hay recursos ahora para trasladar a las regiones que se integren el 50% de los impuestos que en ellas se generan. El problema está mal planteado: el tema no es si hay ahora o en junio del 2006 recursos para poner en práctica la descentralización fiscal, pues en realidad esos recursos deberán de ser asignados a las regiones que se integren recién en enero del 2007. El problema de fondo es si esos recursos son adicionales o sustitutorios y si se transfieren todos en el 2007 o gradualmente durante los años por venir. Por lo demás, ya el CND y el MEF han concordado una propuesta al respecto: de sus presupuestos actuales las regiones que se integren contabilizarán como recursos propios un monto equivalente al 50% de lo que en ellas se tributa. Estos no serán pues recursos adicionales. Pero sí tendrán como incentivo adicional la parte que les corresponda de 1 punto del IGV (840 millones de soles) a ser entregados entre el 2007 y el 2011.
Sobre el tema de dar más tiempo para informar a la ciudadanía: la propuesta presentada considera también dar un nuevo plazo -hasta el 30 de enero del 2006- para presentar nuevos expedientes técnicos. De presentarse estos nuevos expedientes, el CND los estaría evaluando y aprobando hacia fines de febrero o en marzo, con lo que nuevamente habrá poco tiempo para informar a la ciudadanía al respecto. Peor aún, esto ocurrirá en plena campaña electoral con lo que será imposible centrar la atención ciudadana en este tema y se correrá, más bien, el riesgo de su partidarización.
Sobre el tema de la falta de transversalidad: en realidad la única que no es transversal es la del Norte (Tumbes, Piura y Lambayeque). Es irónico que el Partido Aprista Peruano use este argumento cuando han sido precisamente los Presidentes Regionales de Amazonas y Cajamarca, de las filas del PAP, los que bloquearon la propuesta inicial de integrar transversalmente a sus regiones con Lambayeque.
Sobre el ahorro de los recursos: este ahorro sería solamente parcial pues de todos modos habrá que preparar material electoral ad hoc y desarrollar actividades de capacitación específicas para estas consultas. Por lo demás, es también irónico que los mismos congresistas que durante estos cuatro años se han resistido a bajar en algo sus altísimos sueldos y gastos operativos o a recortar beneficios tributarios a las grandes inversiones, sí se preocupen de ahorrar cuando se trata de consultas democráticas a la población.
Insistimos entonces en lo dicho en nuestro editorial anterior: “Poniéndolo todo en la balanza, nos parece que sería un tremendo error postergar las consultas ciudadanas sobre la integración regional programadas para el mes de octubre. Lo que hay que hacer es –más bien- sumar esfuerzos para que la ciudadanía llegue a esas consultas con la mayor cantidad de información veraz sobre las ventajas y riesgos de la integración regional. Es indispensable también que frente a este escenario los partidos asuman su responsabilidad, definan sus puntos de vista sobre la integración regional y –apoyando u oponiéndose al proceso- hagan una campaña de educación política ciudadana sobre el tema.”