En su mensaje a la nación del 28 de julio pasado, el Presidente Alejandro Toledo ha ratificado que el 30 de octubre se llevarán a cabo los referéndum sobre la integración de 16 de los actuales departamentos en nuevas regiones, convocados para el día 30 de octubre. La convocatoria fue hecha a inicios del mes de junio por el Jurado Nacional de Elecciones y –como se sabe- en ella deben participar los ciudadanos y las ciudadanas de las 16 regiones comprometidas en 5 procesos de integración.
En los días y semanas anteriores al discurso presidencial se había generado cierta incertidumbre respecto de la realización misma de estas consultas. Primero, el MEF demoró hasta el 20 de julio la aprobación de los recursos solicitados por los organismos electorales. En segundo lugar, a fines de julio el MEF informó a los Presidentes Regionales que los recursos por “descentralización fiscal” no serán adicionales a los que ahora ya reciben. Para muchas autoridades regionales este anuncio del MEF le quita razón a la integración. Finalmente, desde diversos sectores políticos –particularmente el Partido Aprista Peruano- se ha señalado que es necesario postergar las consultas pues las regiones propuestas no son transversales –como deberían ser- y porque la ciudadanía de esas regiones no está adecuadamente informada.
A estos argumentos podría añadirse la falta de definiciones precisas sobre la organización de los nuevos Gobiernos que resulten de la integración de las regiones. Por ejemplo: ¿Se mantendrá un Consejo Regional o tendrá un Congreso Regional? ¿Se mantendrá la representación pro provincia o se pasará a una representación por lista política? ¿Se mantendrá el actual diseño de los mecanismos de participación?
¿Son estas razones suficientes para postergar las consultas ya convocadas?
Nos parece que no.
En primer lugar, los organismos electorales ya disponen de los recursos suficientes para llevar adelante las consultas y han manifestado que se encuentran en condiciones de hacerlo. En segundo lugar, el MEF no tiene la última palabra en relación con los recursos de la descentralización fiscal. De un lado, ni la Ley de Incentivos a la Integración y Conformación de Regiones ni la de Descentralización Fiscal avalan su interpretación. De otro lado, en su discurso del 28 del julio del año pasado el Presidente Toledo ofreció que a aquellas regiones que votaran a favor de la integración en octubre de este año se les asignaría en el presupuesto 2006 recursos adicionales equivalentes a 1 punto del IGV, para que no tuviesen que esperar hasta el 2007 para beneficiarse de los incentivos consignados por las leyes. No es pues posible que lo que el MEF piense sobre este tema pese mas que la Ley y que los compromisos presidenciales.
Pero, además, hay que señalar que los incentivos fiscales no son ni la única ni la principal razón para la integración de las regiones. Las razones de fondo son la necesidad de crear polos de poder capaces de efectivamente contrapesar el poder del Lima y el Gobierno Nacional, y de crear espacios demográficos y económicos más adecuados para el desarrollo. No será posible constituir polos alternativos de desarrollo y poder con base en las actuales 26 regiones.
En tercer lugar, en relación con la lógica de las regiones que resultarían de las consultas de octubre, es cierto que algunas como la del norte no son transversales. Pero la transversalidad no tiene por que ser un criterio excluyente de todos los demás ni menos un criterio que pueda ser impuesto “desde arriba”. Recodemos sino cual fue el resultado de imponer la integración de San Martín con La Libertad en una sola región en la experiencia del 87 al 92. Además, tres de los procesos en curso (Ica, Ayacucho y Huancavelica; Arequipa, Puno y Tacna; y Lima Provincias, Ancash, Huánuco, Pasco y Junín) son transversales- Y, han sido precisamente los Presidentes Regionales de Amazonas y Cajamarca, de las filas del PAP, los que bloquearon la propuesta inicial de integrar a sus regiones con Lambayeque.
En cuarto lugar, hemos sido los primeros en señalar como una grave deficiencia que la decisión política de impulsar los procesos de integración en curso no haya sido consultada o al menos informada a las autoridades locales y líderes sociales. Pero, nos parece que si todos los actores –y eso incluye no solo al CND, a los Gobiernos Regionales y a la sociedad civil, sino también a los partidos políticos – suman esfuerzos en desarrollar una campaña de información sobre la integración regional, este es un defecto que puede ser subsanado. Por el contrario, si se postergase la consulta para hacerla empatar con la primera o segunda vuelta electoral, como se ha sugerido, nos parece que el tema de la integración como tal desaparecería de la atención ciudadana, la que naturalmente se concentraría en la elección presidencial y congresal.
Finalmente, nos parece que el Congreso de la República debe abordar con urgencia el nuevo diseño de los Gobiernos Regionales para absolver las dudas arriba expresadas en torno a la conformación de los órganos de gobierno de los nuevos gobiernos a instalarse en enero del año 2007.
Poniéndolo todo en la balanza, nos parece que sería un tremendo error postergar las consultas ciudadanas sobre la integración regional programadas para el mes de octubre. Lo que hay que hacer es –mas bien- sumar esfuerzos para que la ciudadanía llegue a esas consultas con la mayor cantidad de información veraz sobre las ventajas y riesgos de la integración regional. Es indispensable también que frente a este escenario los partidos asuman su responsabilidad, defina sus puntos de vista sobre la integración regional y –apoyando u oponiéndose al proceso- hagan una campaña de educación política ciudadana sobre el tema.
