Defendamos nuestra democracia respetando el resultado electoral. No a las amenazas de golpe
Las elecciones presidenciales y congresales han puesto en evidencia la grave crisis de nuestro régimen político, que se agrava por la polarización extrema de la segunda vuelta presidencial. La Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) ha culminado con el conteo del cien por ciento de las actas, con lo que ha terminado la etapa regular del proceso electoral cumpliendo con estándares internacionales, de acuerdo con las diversas misiones de observación participantes, que no han detectado ningún hecho que comprometa la plena expresión de la voluntad ciudadana.
En ese marco:
- Saludamos al profesor Pedro Castillo por su triunfo y lo llamamos a hacer un esfuerzo sostenido para cerrar la fractura generada por una campaña basada en el temor y la descalificación, respetar el pluralismo político y fortalecer la institucionalidad democrática y la participación ciudadana.
- Repudiamos las maniobras políticas y judiciales orientadas a desacreditar al Jurado Nacional de Elecciones (JNE) y a la ONPE, así como el acoso delictivo a sus principales representantes y sus familias. Expresamos nuestro respaldo a estas instituciones para que cumplan con su responsabilidad haciendo respetar la voluntad mayoritaria de las peruanas y peruanos, expresada en las urnas el 6 de junio.
- Rechazamos el intento antidemocrático y excluyente de Fuerza Popular y sus aliados de negar el voto a cientos de miles de peruanos de las zonas más vulnerables de nuestro país, mediante argucias jurídicas sin sustento legal. Evidencian un abierto desprecio por las ciudadanas y los ciudadanos de zonas rurales de nuestro país, incrementando la desconfianza y las brechas de nuestra sociedad. Con ello buscan dilatar arbitrariamente el cierre del proceso electoral y deslegitimarlo, con el objetivo imposible de imponer su anulación. Atentan así contra la democracia y llaman al golpe de Estado.
- Expresamos nuestra preocupación porque la mayoría de los medios de comunicación masiva se han convertido en cajas de resonancia de la estrategia de la candidata Fujimori, incluyendo su discurso del fraude. Han abandonado los principios de pluralidad, objetividad y transparencia que deben guiar su actuación al servicio de las y los ciudadanos y contribuyen a generar inseguridad, fomentar el miedo y presionar a las instituciones electorales.
- Hacemos un llamado al JNE a resolver con transparencia, imparcialidad y celeridad las actas que están en proceso de nulidad en los plazos establecidos por la ley.
Es ineludible que se respete a plenitud el resultado electoral para que el 28 de julio celebremos el Bicentenario con un nuevo gobierno surgido de la voluntad de la mayoría de las y los peruanos. Nos espera un largo camino para fortalecer nuestro sistema democrático y para reducir las profundas diferencias sociales, culturales, económicas y territoriales que bloquean nuestro avance al desarrollo inclusivo, descentralizado y sostenible.
Negocios. Especialistas sostienen que somos uno de los más rentables en el mundo para la producción minera.
El cobre experimenta un incremento en su cotización desde febrero del 2021, y actualmente la libra se ubica entre US$ 4,50 y US$ 4,70. De acuerdo con especialistas, esta subida en el valor del metal rojo será uno de los factores por los que las inversiones mineras no se alejen del país ante un posible gobierno de Pedro Castillo. Asimismo, sitúan a las empresas mineras en un marco con más ganancias para una posible renegociación de las sobreganancias.
José de Echave, exviceministro de Gestión Ambiental, precisó que los bajos costos de producción de cobre en las minas peruanas son uno de los más atractivos del mundo. “Las inversiones mineras no se irán, ya que la libra de cobre trepó a US$ 4,70, un precio histórico”. En esa misma línea detalló que los inversionistas mineros se rigen a su carácter negociador. “No se van a ir, más bien debemos dejar de lado esos fantasmas”, acotó.
Para la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), las inversiones mineras entre enero y abril del 2021 suman los US$ 1.298 millones.
Otro punto de la alta cotización del maleable es la posibilidad de renegociar las sobreganancias, tal como lo ha propuesto Perú Libre. Según fuentes de la agrupación, estos ingresos extraordinarios se negociarían con un 70% para el Estado y el 30% para la empresa. Por ejemplo, si los ingresos mineros son US$ 500 millones, al Estado hoy le corresponde el 30% (US$ 150 millones); con mejores precios, estos ingresos totales llegarían a los US$ 1.000 millones, al Estado le seguiría correspondiendo el 30% (US$ 300 millones) y la empresa tendría una ganancia extraordinaria adicional de US$ 700 millones.
Epifanio Baca consideró arriesgada la propuesta, y en su lugar consideró necesario aplicar un impuesto a las sobreganancias. “Con un precio de tres dólares las empresa ganan, imagínate con cuatro, ya hay ganancias extraordinarias. En este superciclo cuál es el nivel de participación del Estado peruano de esas rentas. Se debería aplicar un impuesto a la sobreganancia que se establece en cuanto al comportamiento del costo del mineral como el cobre”, dijo el coordinador ejecutivo del grupo Propuesta Ciudadana.
Infografía – La República.
Fuente: La República.
¿La propuesta de Keiko Fujimori para la agricultura es una nueva versión del «óbolo minero» del gobierno aprista?
La candidata presidencial de Fuerza Popular ofreció una contribución adicional de las empresas mineras, denominada «Minería para el agro», para financiar la construcción de canales de regadío para los agricultores. Fuentes de Convoca.pe indicaron que la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE) no se reunió previamente con Keiko Fujimori para elaborar ese planteamiento electoral.
Durante el último debate presidencial, entre las diferentes propuestas de gobierno planteadas por la candidata Keiko Fujimori, además de bonos, ofreció entregar recursos económicos o directamente dinero provenientes del sector minero, como parte de su campaña para llegar a Palacio de Gobierno.
Uno de los planteamientos de la postulante de Fuerza Popular fue que, en su eventual gestión presidencial, se implementará una contribución adicional de las empresas mineras denominada «Minería para el agro», que permitiría financiar la construcción de canales de regadío para los agricultores.
Según fuentes de Convoca.pe en la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), Keiko Fujimori no ha comunicado ni ha pactado con las empresas mineras ninguna eventual nueva contribución y señalaron que actualmente «no forma parte del esquema tributario» por lo que de llegar a la presidencia, Fuerza Popular debería plantear ese tema a las compañías de este sector.

Luis Carranza, del equipo técnico de Keiko Fujimori, era ministro de Economía de Alan García cuando se diseñó el óbolo minero. Foto: Andina
Además, la misma fuente sostuvo que el gremio minero aún no se ha reunido con ningún candidato presidencial y que recién emitirán un pronunciamiento sobre las propuestas en relación a la minería cuando haya un ganador de la segunda vuelta electoral, es decir después del domingo 6 próximo.
No obstante, la fuente consideró que el aporte voluntario de la minería para la agricultura planteado por Keiko Fujimori podría ser similar al «óbolo minero» que el gobierno de Alan García acordó con la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), en diciembre de 2006. En aquel momento, el ministro de Economía era Luis Carranza, actual integrante del equipo técnico del partido fujimorista.
Como se recuerda, durante la última gestión presidencial de García, las empresas mineras acordaron aportar al menos 2.500 millones de soles en cinco años para programas sociales, monto equivalente al 3% de sus utilidades netas anuales, el cual fue denominado «Fondo Minero de Solidaridad con el Pueblo». Era un aporte extraordinario destinado principalmente para salud, educación y combatir la desnutrición infantil.
Sobre la aparente similitud entre la propuesta fujimorista y la medida aprista, la experta en ordenamiento territorial Beatriz Salazar, del Centro Peruano de Estudios Sociales (CEPES), refirió que lo ofrecido por la candidata de Fuerza Popular es una «medida populista» porque sería un aporte voluntario de las mineras y no estaría incluido en los presupuestos de los gobiernos locales o regionales, que deberían estar a cargo de la construcción de los reservorios y canales en sus jurisdicciones.
Salazar advirtió que una figura de aporte voluntario de las mineras no haría que fueran sostenibles en el tiempo, los proyectos a favor de la agricultura altoandina. En tal sentido, comentó que sería parecido al esquema de responsabilidad social de las compañías mineras, modelo ya existente, y en el que estas empresas deciden cuándo, dónde y con qué organizaciones trabajan.
La especialista de CEPES añadió que el principal problema en el esquema de responsabilidad social minera, relacionado a proyectos agrícolas, es que los agricultores no forman parte de la toma de decisiones, situación que los desmotiva de participar en el mantenimiento de las infraestructuras hídricas que construyen las mineras.

La candidata de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, ha señalado que buscará un aporte voluntario de las mineras para la mejora de la agricultura. Foto: Difusión
Por su parte, el economista Epifanio Baca calificó la propuesta de Keiko Fujimori como una «reacción de reflejo» para no quedarse atrás en relación al candidato Pedro Castillo, quien continuaba en el primer lugar de las preferencias en las últimas encuestas publicadas. «Él (Castillo) habla de renegociación de contratos y tiene un discurso más radical sobre la minería, el cual tiene mayor impacto en las zonas mineras. Y Keiko Fujimori saca esas propuestas sobre el canon y aportes voluntarios para no quedarse atrás», anotó.
Baca dijo que los aportes mineros deberían distribuirse mediante las regalías y el impuesto a la renta, y no mediante un «óbolo minero versión fujimorista» para que las empresas sean las mismas que ejecuten las obras. Agregó que las propuestas de la postulante de Fuerza Popular de entregar el 40% del canon minero directamente a las personas y “Minería para el agro», buscan abonar en la hipótesis de que agricultura y minería pueden convivir.
El experto del Grupo Propuesta Ciudadana agregó que en lugar de proponer aportes voluntarios de las mineras, se debería discutir sobre las modificaciones del esquema tributario minero para que esté en correspondencia a los ciclos mineros con precios altos.
Fuente: Convoca.pe.
“Es una propuesta clientelista que profundizaría la desigualdad en el reparto del canon”.
Contar con instituciones fuertes y eficaces, pero también con reglas claras que permanezcan en el tiempo es la receta que permite transformar las ganancias que provee la extracción de los recursos naturales en desarrollo. Pero es la fórmula que tanto Keiko Fujimori como Pedro Castillo han preferido ignorar a través de propuestas efectistas, que no resuelven los problemas de fondo que atraviesan los distritos donde opera el sector minero. La plata no es el problema –ese es parte de su embrujo, titularía el historiador José Deustua–, sino su gestión.
Desde el Grupo Propuesta Ciudadana, coincidimos con los diagnósticos que señalan que nuestra incapacidad como país para convertir los recursos que provienen de las actividades extractivas en bienestar para los ciudadanos se explica, en parte, por las débiles capacidades técnicas y la corrupción que caracteriza la gestión de los gobiernos regionales y locales. Para superar esta situación, la visión de la minería al 2030 del Grupo Rimay –iniciativa que reúne a representantes del Estado, gremios empresariales y la sociedad civil– sugiere establecer mecanismos que permitan mejorar la efectividad de la inversión pública: trazar una ruta que apunte a fortalecer las competencias que el Estado hoy carece en sus distintos niveles, antes que retirarlas.
La propuesta de Fuerza Popular, de distribuir el 40% del canon que reciben las regiones directamente a los ciudadanos, es, en ese sentido, una renuncia a este mandato. Es una propuesta clientelista que profundizaría la desigualdad en el reparto del canon. Según nuestros cálculos, en Áncash, cada hogar de la provincia de Huari recibiría S/8.294, mientras que en la provincia de Yungay, S/434; una diferencia de 19 a 1. Tendría algún efecto dinamizando el consumo solo en las regiones que concentran la mayor porción de las transferencias. En el resto, el dinero entregado en mano reduciría los fondos que podrían ser invertidos en grandes proyectos que cierren las brechas existentes en infraestructura, salud y educación.
Por otra parte, la propuesta parte de la falacia, varias veces repetida, de que existen millones de soles que las regiones no han logrado gastar en las arcas del Estado. Pero basta comparar los montos de transferencias de canon y regalías mineras con el gasto devengado anualmente para identificar el error. En el periodo 2008-2020, los gobiernos regionales y locales recibieron S/51,8 mil millones, pero invirtieron un total de S/52 mil millones. Las regiones sí gastan –incluso más de lo que reciben–, pero deben hacerlo mejor.
En el caso de Castillo, la propuesta de “nacionalizar nuestras riquezas” a través de la renegociación de los contratos, eliminación de exoneraciones y nuevos impuestos, presente en esos términos en el llamado Plan Bicentenario, supone cambiar las reglas de juego para la inversión. Considerando que tendría minoría en el Congreso, este tipo de propuestas, que implican cambios en el esquema tributario, tendrían dificultades para concretarse.
De ser negociadas –como con García y Humala–, las medidas podrían aumentar la dotación de recursos en el corto plazo. Pero, nuevamente, Perú Libre parte del supuesto de que el problema reside en el dinero y no en el uso que hacemos del mismo. Contamos con regiones, como Cusco, en las cuales la minería y la extracción de gas representan el 45% del PBI, pero poco se ha hecho desde el ámbito subnacional por impulsar programas que diversifiquen la matriz productiva e incentiven el empleo local.
El desafío reside lograr que un país periférico en la economía mundial, dependiente de la exportación de materias primas, fomente el desarrollo local. ¿Qué hemos aprendido en el Perú en las últimas décadas? A puertas del bicentenario, aparentemente poco.
Fuente: El Comercio.